Grupo 3
LA ESTRUCTURA DE LA ORGANIZACIÓN
Define
formalmente la manera en que se distribuirán, agruparán y coordinarán las
tareas. Se pueden adoptar diversos formatos en función del entorno, la
tecnología, el tamaño de la organización y, sobre todo, de la estrategia. Las
dimensiones básicas del diseño organizacional se adaptan y alinean a fi n de
crear la estructura organizacional más adecuada para cumplir con todas esas
condiciones. Existen tres modelos básicos de organización: la estructura
simple, la burocrática y la matricial.
Estructura simple
Es el tipo de organización más rudimentario y elemental. Es muy común entre organizaciones pequeñas o negocios en formación. En general, presenta las siguientes características:
·
Centralización de la autoridad: el
propietario es el director general y concentra toda la autoridad de la toma de
decisiones. No hay delegación. El grupo de trabajo funciona ordenadamente.
·
Sencillez: se
trata de una estructura poco formalizada, con pocas reglas y normas, pero con
responsabilidades bien definidas, que funciona con base en la improvisación.
· Estructura jerárquica: la organización es plana y horizontal, con sólo uno o dos niveles jerárquicos, lo cual favorece la agilidad y la flexibilidad.
·
Escaso grado de departamentalización: dado
que la tarea de la organización no es compleja, ésta presenta poca
especialización y una departamentalización incipiente.
· Amplio margen de control: el director general tiene mando sobre todas las personas. A cada jefe le corresponde un gran número de subordinados.
· Agilidad y flexibilidad: dado que esta estructura es pequeña y simple, permite a la organización responder rápidamente a las condiciones del entorno y ser sumamente flexible para cambiar.
Sin embargo, la estructura simple tiene grandes limitaciones. Cuando
el director general toma todas las decisiones, este proceso tiende a estancar
el crecimiento de la organización, e implica el riesgo de que el desempeño de
todas las tareas dependa de una sola persona, que se vuelve indispensable.
Muchas organizaciones se dividen en pequeñas unidades, cada una con una estructura simple.
Burocracia
En el capítulo anterior estudiamos el modelo burocrático, basado en la estandarización y caracterizado por tareas sumamente rutinarias, realizadas por medio de especialización, reglas y reglamentos muy formales, tareas agrupadas en departamentos funcionales, autoridad centralizada, poco margen de control y toma de decisiones asociada a la cadena de mando.
Los puntos fuertes del modelo
burocrático son los siguientes:
·
Racionalidad en
la consecución de los objetivos de la organización.
·
Puestos definidos con precisión y ocupantes que conocen con exactitud
sus deberes.
·
Rapidez
para tomar las decisiones. Cada miembro sabe qué debe hacer, y las
órdenes y el papeleo transitan por canales preestablecidos.
·
Interpretación unívoca, garantizada por
reglamentos escritos. La información es discreta, pues sólo se da a quienes
deben recibirla.
·
Rutinas y procedimientos uniformes lo cual facilita la estandarización
y la reducción de costos y errores, pues las rutinas están definidas por
escrito.
·
Continuidad de la organización mediante
la sustitución de personal. Los criterios de selección se basan en la competencia
técnica.
·
Constancia. Las decisiones siempre son
programadas y tomadas en las mismas circunstancias.
· Confiabilidad. El negocio es dirigido con apego a reglas conocidas y los casos similares son tratados sistemáticamente de la misma forma. Las decisiones son previsibles y el proceso de la toma de decisiones es despersonalizado.
Estructura matricial
La
estructura matricial, también llamada matriz o rejilla administrativa, es una
estructura híbrida o mixta que combina en una misma estructura organizacional dos
formas de separación por departamentos: funcional y por productos. Esto crea
una doble línea de autoridad que combina ambas departamentalizaciones, como si
fuese una tabla de dos entradas. Así, el principio de la unidad de mando sale
sobrando y surge el delicado equilibrio de doble poder que caracteriza a la matriz.
Esto significa que cada persona tiene una doble subordinación, es decir, se
sujeta a las instrucciones de los gerentes funcionales y de los gerentes de
producto.
La
estructura matricial se observa en organizaciones complejas, como laboratorios
de investigación y desarrollo, empresas aeroespaciales, agencias de publicidad,
despachos de consultoría, empresas de entretenimiento, universidades,
hospitales y compañías de tecnología avanzada, donde las funciones deben estar
sincronizadas con los productos o servicios que ofrece la organización.
El modelo
matricial tiene aspectos sumamente positivos:
El
diseño matricial combina las ventajas de la organización funcional, que se
concentra en funciones especializadas y agrupa a los especialistas, y aquellas de
la organización por producto, la cual facilita la coordinación de los
especialistas. Al mismo tiempo, neutraliza las debilidades y las desventajas de
los dos.
Concepto de Diseño Organizacional
El diseño organizacional es el proceso de construir y adaptar
continuamente la estructura de la organización para que alcance sus objetivos y
estrategias. La estructura representa la interrelación entre los órganos y las tareas
dentro de una organización, y es doblemente dependiente: hacia fuera, depende
de la estrategia que se ha definido para alcanzar los objetivos globales, y dentro
de la organización depende de la tecnología que utiliza.
El diseño organizacional es complejo debido a la existencia de
muchos puestos y unidades cuya integración y coordinación exige mucho más que
la simple acumulación o unión de puestos o unidades. Las relaciones entre los
puestos de una organización deben tomar en cuenta que cada uno está vinculado con
otros. Cada puesto funciona como un sistema
propio que interactúa con los demás. Aunque
con frecuencia las organizaciones son
descritas como conjuntos de personas que se agrupan
para perseguir un objetivo común, en realidad son
mucho más que eso. También son conjuntos complejos de
funciones, relaciones y responsabilidades que no siempre
están claramente definidos ni delimitados.
El diseño de la estructura no es inmutable, sino un conjunto de variables complejas en las que se pueden aplicar innumerables opciones. El diseño organizacional involucra aspectos centrales, por ejemplo, cómo dividir el trabajo y asignarlo a distintos puestos, grupos, unidades y departamentos, y cómo lograr la coordinación necesaria para alcanzar en forma sincronizada los objetivos de la organización. Estas decisiones generalmente se dan a conocer mediante organigramas y descripciones de puestos.
El diseño organizacional debe tomar en cuenta las siguientes variables:
·
Factores ambientales: la misión de la organización, su visión, estrategia, entorno
(macro y micro), tecnología utilizada y grupos de interés involucrados.
·
Dimensiones anatómicas de la organización: tamaño,
configuración, dispersión geográfica de las unidades y de combinaciones entre
ellas.
·
Aspectos de las operaciones: autoridad, procesos, tareas y
actividades cotidianas, y controles.
· Consecuencias conductuales: desempeño, satisfacción, rotación, conflicto, ansiedad y pautas informales de las relaciones en el trabajo.
El diseño de la organización constituye una de las prioridades de la administración. Esta plataforma debe atender tres aspectos:
·
La estructura básica, que
sirve para planear la asignación de personal y recursos a cada tarea, adopta la
forma de descripciones de puestos, organigramas, constitución de equipos y de
consejos, etcétera.
·
Los mecanismos de operación indican
a los asociados internos de la organización qué se espera de ellos, por medio
de procedimientos de trabajo, normas de desempeño, sistemas de evaluación,
políticas sobre remuneración y recompensas, y programas de comunicación.
· Los mecanismos de decisión permiten tomar previsiones que contribuyan al proceso de toma de decisiones y al proceso de conocimiento. Estos mecanismos incluyen acuerdos para obtener información del entorno externo, procedimientos para cruzar información, evaluarla y ponerla a disposición de quienes toman decisiones, así como para administrar el conocimiento..
Cultura Organizacional
Así como cada persona tiene una cultura, las organizaciones se caracterizan por tener culturas corporativas específicas. El primer paso para conocer a una organización es conocer su cultura. Formar parte de una empresa, trabajar en ella, participar en sus actividades y desarrollar una carrera implica asimilar su cultura organizacional o su filosofía corporativa. La forma en que interactúan las personas, las actitudes predominantes, los supuestos subyacentes, las aspiraciones y los asuntos relevantes de las interacciones humanas forman parte de la cultura de la organización. La cultura organizacional no es algo palpable. Sólo puede observarse en razón de sus efectos y consecuencias.
La cultura organizacional tiene seis características principales:
·
Regularidad de los comportamientos
observados. Las interacciones entre los miembros se caracterizan por un
lenguaje común, terminología propia y rituales relativos a las conductas y
diferencias.
·
Normas. Pautas de
comportamiento, políticas de trabajo, reglamentos y lineamientos sobre la
manera de hacer las cosas.
·
Valores dominantes. Son
los principios que defiende la organización y que espera que sus miembros
compartan, como calidad de los productos, bajo ausentismo y elevada eficiencia.
·
Filosofía. Las políticas que
reflejan las creencias sobre el trato que deben recibir los empleados o los
clientes.
·
Reglas. Guías establecidas
que se refieren al comportamiento dentro de la organización. Los nuevos miembros
deben aprenderlas para ser aceptados en el grupo.
·
Clima organizacional. La
sensación que transmite el local, la forma en que interactúan las personas, el
trato a los clientes y proveedores, etcétera.
Tipos de Culturas
Culturas conservadoras y culturas adaptables
Algunas
organizaciones se caracterizan porque adoptan y preservan ideas, valores,
costumbres y tradiciones que no cambian con el tiempo, a pesar de las
transformaciones del entorno. Se caracterizan por su rigidez y conservadurismo.
En cambio, otras son sumamente flexibles y tienen una cultura adaptable que
revisan constantemente. En este caso, el peligro radica en que el cambio
frecuente de ideas, valores y costumbres puede hacerlas perder las
características que las definen como instituciones sociales. Se trata de
organizaciones que tienen culturas adaptables, que se caracterizan por su
maleabilidad y flexibilidad. Si bien el cambio es necesario para el éxito de
una organización a largo plazo, también es preciso que exista algún grado de
estabilidad.
El
cambio y la adaptación garantizan la actualización y modernización; mientras
que la estabilidad preserva la identidad de la organización. Una organización
sobrevive y crece en la medida en que pueda combinar la estabilidad con la
adaptación y el cambio.
Una organización poco estable y muy cambiante tiene tanto riesgo de desaparecer como una poco adaptable, rígida e inmutable. Toda organización debe tener una dosis de estabilidad como complemento del cambio. Cambiar sólo por hacerlo, sin estabilidad alguna, casi siempre genera caos y tensión entre los miembros de la organización.
Culturas tradicionales y culturas participativas
Las
organizaciones que adoptan culturas tradicionales y conservadoras tienen
aspectos similares al modelo burocrático, pues asumen un estilo tradicional y
autocrático.
Por
otra parte, las organizaciones que desarrollan culturas flexibles y adaptables
se caracterizan por aspectos que recuerdan el modelo adhocrático de estilo
participativo el cual se basa en la innovación pero carece de sistema
productivo. Los profesionales que integran la organización resuelven los
problemas y elaboran proyecto y maquinarias, que otras empresas producirán.
Autores
Mirabal, Henyileth
Mendoza, Francis
Martínez, Trina
Tovar, Fidel
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